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La línea de recogedor. Todos lo hemos encontrado: ese pedacito de polvo, migajas y tierra que se queda atrás cuando barres una pila en el recogedor. Tal vez lo ignoras y te alejas en la derrota. Tal vez le des un cepillo descuidado en el fondo cuando el trabajo esté terminado. O tal vez lo barres una y otra vez, observando con furia desesperada como cada vez que aparece una nueva línea, paralela a la última, ligeramente disminuida pero nunca desapareciendo del todo.
El método del surco: En mi antigua casa con pisos de madera envejecida, ocasionalmente hay amplios espacios entre las tablas. Parece funcionar para encastrar el recogedor en un amplio espacio, alineando su superficie con el piso circundante y barriendo desde allí. Sin embargo, esto es limitante, ya que las brechas son pocas y distantes entre sí.
Mira a la escoba: Durante mucho tiempo atribuí toda la culpa de la línea del recogedor al mismo recogedor. Pero la escoba también tiene un efecto. Una escoba con cerdas gruesas y rígidas parece dejar más línea que una con cerdas finas y densas.
Aspirar en su lugar: Como tengo una aspiradora que funciona bien en pisos duros y alfombras, esta es mi forma principal de limpiar los pisos. Pero siempre habrá ese barrido rápido que me dejará luchando contra la línea del recogedor.
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