Cada enero, después de que todos los regalos se han abierto y estoy ocupado quitando las decoraciones navideñas, limpiando la casa y encontrando espacio para todas mis novedades, el organizador compulsivo en mí comienza a pánico. ¿Dónde voy a poner todas estas cosas nuevas? ¿Por qué mi armario es tan pequeño? ¿Por qué todavía tengo este vestido de 1998? Tenemos algunos consejos para calmar a tu propio organizador compulsivo y agilizar tu armario para el nuevo año.
1. Elige tu tiempo sabiamente. Tiendo a cobrar vida alrededor de las 8 p.m. y quiero hacer todos los proyectos de mi casa en ese momento. Esa es una mala idea, especialmente si vives en un edificio de apartamentos con un toque de queda de 9pm. Tiendo a comenzar un proyecto y luego tengo que parar, dejando un problema aún más complicado para tratar al día siguiente. Comience en un momento razonable para completar el proyecto en un día en el que tenga mucho tiempo para trabajar.
2. Use un sistema de suspensión para identificar qué ropa usas más. Después de clasificar las pilas MANTENER, DONAR y LEJARSE, cuelgue toda su ropa de "guardar" en la barra de suspensión con los ganchos de suspensión apuntando
hacia tú. Mientras usa la ropa, cuélguela de la manera habitual: señalando hacia la parte posterior del armario. En tres meses, done o venda cualquier ropa que todavía le apunte. Haga esto para cada temporada de ropa.3. En esa nota, almacenar diferentes temporadas de ropa. Divida su ropa de "guardar" en dos secciones: clima cálido y clima frío. Independientemente de la temporada que no esté usando en este momento, guárdelo en contenedores herméticos o bolsas de ropa para liberar más espacio para la ropa que está usando en este momento.
4. Si hay cosas que amas que tienen agujeros o lágrimas, arréglalas. Haga que sea prioritario llevar la ropa a un sastre para su reparación, o sentarse con su propia aguja e hilo y hacerlo usted mismo. Te sentirás aliviado después de hacerlo, ¡y tendrás más ropa para ponerte! ¡Eso va para ese montón de tintorería que tienes esperando también!
5. No seas un coleccionista de zapatos a menos que sea tu pasión. Si eres como yo, te gusta comprar zapatos baratos, usarlos por un momento y luego esconderlos en el fondo de tu armario para que te olviden. ¿Alguna vez ha tenido este momento cuando hurgaba en sus zapatos: "qué demonios... oh, sí!" Si se olvida de ciertos pares de zapatos porque nunca los usa, es hora de donar.