El diseñador Whitney Leigh Morris y el coordinador de producción Adam Winkleman encontraron una pequeña casa (¡362 pies cuadrados!) En Venice Beach, CA, su ubicación ideal. "Observamos lugares más grandes, pero estaba tan lleno de luz que nos vendieron", dice Whitney.
Con algunos ajustes previos al movimiento (como deshacerse de piezas grandes y comprometerse con un esquema de color único), el resultado es un hogar espacioso que lo hará repensar lo que significa vivir en grande.
Aquí, una pared baja entre la cocina y la sala de estar crea zonas (no habitaciones más pequeñas). Los cajones debajo del sofá y las cestas en cubículos mantienen todo, desde el correo hasta la ropa de cama, fuera de la vista.
Fotos: Monica Wang
La pareja llenó la casa de blanco de pared a pared. Es nítido y limpio, y refleja la luz, haciendo que las habitaciones se vean más grandes. Los objetos más pequeños en la misma paleta (almohadas y platos, por ejemplo) se mezclan a la perfección.
Para usar cada pulgada, Whitney almacena su impresora en un delgado gabinete incorporado que también sirve como reposabrazos y mesa auxiliar. Los clips Bulldog proporcionan una forma discreta y sin marco para mostrar arte.
Una silla adicional hace que este rincón sea menos parecido a la oficina y proporciona más asientos en la sala de estar. Un amplio espejo amplifica la luz.
Los elementos naturales cuidadosamente ubicados en toda la casa evitan que la pareja se sienta encerrada. Los estampados botánicos, los ramos frescos e incluso una foto de paisaje metida en un estante difuminan la línea entre el interior y el exterior.
El porche de 160 pies cuadrados sirve como espacio para comer cuando hace buen tiempo. Para organizar una cena para 10 personas en un área cerrada, cambie las sillas por bancos.
Esta vista panorámica muestra cómo encaja todo. Gracias al clima templado, los espacios al aire libre de la pareja, un porche a un lado del bungalow y un área de jardín en el otro, pueden funcionar como habitaciones adicionales.