siempre he amado haciendo listas. Ayuda con todo, desde productividad personal a los objetivos profesionales. A lo largo de los años, he experimentado con diferentes formas de realizar un seguimiento de estas listas. Un año anoté mis tareas pendientes en notas adhesivas, otro año usé mi calendario, y otras veces traté de llevar todas mis tareas juntas en un cuaderno. Tener todas mis tareas pendientes en un solo lugar era conveniente y las anotaba con regularidad, pero no era bueno para ejecutar todas las cosas en mi mega lista. Sabía que necesitaba un nuevo método.
El cambio ocurrió inesperadamente. Hace unos años, llevé a mi hija a hacer las compras para la vuelta al cole y tiró en el carrito los artículos típicos: papel, bolígrafos, lápices y fichas. Las tarjetas de 3 por 5 me llamaron la atención: no tenían demasiadas líneas, pero sí las suficientes para hacer una lista detallada y enfocada. Sabía que tenía que ver si podían ayudarme a seguir adelante con la ejecución de mis tareas pendientes.
Para mi sorpresa, estos diminutos útiles escolares se han convertido en mi superficie favorita para hacer listas. Aquí hay cuatro formas en que el método de la tarjeta de notas me ha ayudado a mantenerme al tanto de mis listas de tareas pendientes:
En el pasado, especialmente con un cuaderno, mi inclinación era hacer una lista de cada cosa que tenía que completar durante la semana, lo que me saboteaba incluso antes de comenzar. Ver la cantidad de cosas que necesitaba hacer instantáneamente hizo que mi mente se sintiera abrumada. En lugar de abordar las tareas, terminé sintiéndome culpable de no haber completado ni siquiera una. Sin embargo, el espacio en una ficha es pequeño; con espacio limitado, no siento la presión de escribir varias cosas y puedo concentrarme en el espacio disponible.
Debido a que solo hay espacio para algunas tareas pendientes en una ficha, me obliga a condensar mi lista en tres a cinco tareas. Anteriormente, cuando escribía todas las tareas pendientes posibles, terminaba completando algunas tareas blandas que servían principalmente como una distracción y una forma de postergar mis objetivos más importantes. Cuando cambié a las tarjetas de notas, comencé a escribir solo las tareas más importantes y me encontré trabajando lentamente para completarlas. La ficha me ayudó a cambiar mi forma de pensar y abordar primero las tareas más oportunas.
Me encanta el hecho de que mi lista de cosas por hacer comienza con una ficha en blanco todos los días. No me enfrento a lo que no completé ayer o el día anterior, y puedo centrar mi atención en lo que se debe hacer ese día. Ayuda a dar espacio a las prioridades y objetivos de hoy en lugar de perseverar en lo que no se ha hecho.
Guardando algunas cartas dedicado a mi cuidado personalmetas personales, profesionales y personales ayuda a mantener esas esferas separadas. Al crear diferentes listas, puedo concentrar mi energía en el ámbito en el que estoy, en lugar de vacilar entre una meta personal y una meta profesional. Me permite permanecer concentrado en un área de la vida, en lugar de sentirme disperso tratando de hacer todo a la vez.
Si tiene dificultades para completar sus tareas pendientes, pruebe el método de la tarjeta de índice. Puede que te sorprendas de lo que puedes lograr.