Para parejas, mudarse juntos conlleva muchos cambios, desde direcciones a rutas de viaje y hábitos y rituales diarios. Y si uno de ellos es un diseñador o arquitecto, toda su casa también puede cambiar.
Tal fue el caso del blogger de estilo de vida Pera Junglin y su novio Nont, que dirige la empresa de construcción tailandesa Espacio oficial. Después de desarrollar una amistad en la escuela secundaria y salir durante los últimos 11 años, los dos decidieron finalmente compartir una casa juntos. Entonces, en junio del año pasado, adquirieron un viejo departamento de 1,614 pies cuadrados en Bangkok de la familia de Nont y comenzaron a renovar el lugar durante los próximos ocho meses.
"No usó sus habilidades arquitectónicas para diseñar la casa que nos quedara a los dos", dijo Pear, quien trabajó incansablemente con su novio para refinar sus conceptos y tener una visión que ambos acordaron en. El resultado es una impresionante residencia contemporánea llamada 1889 HAUS, que Pear describe como un "hogar encantador y sencillo".
Una de las diferencias más notables entre lo antiguo y lo nuevo es la fachada. El diseño anterior presentaba dos balcones con barandas ornamentadas. La renovación implicó agregar una pantalla de madera, ocultar los balcones y pintar las paredes con colores más naturales. Según Pear, la casa está orientada al oeste, lo que la expone a altas temperaturas. La adición de la pantalla de madera sirve como un amortiguador del calor.
Además, observe cómo la adición de algunas plantas en macetas no solo hizo que el área fuera más verde, sino que también sirvió para ocultar los antiestéticos tubos en el patio delantero.
En el interior, los interiores previos a la renovación eran oscuros y sucios. Remediaron esto agregando más fuentes de luz y derribando no una, sino dos paredes para dejar entrar el sol. Lo que una vez fue una pared que separa el patio trasero y la sala de estar ahora es un gran espacio continuo ideal para la luz, el movimiento y la ventilación.
Para las otras partes de la casa, aplicaron los mismos principios para crear espacio, optando por paredes blancas, pisos de madera y muebles empotrados minimalistas. Si no supiera que esta es la casa de alguien, diría que acababa de entrar en el HOTEL MUJI.
Pear, que defiende una vida feliz en su blog, espera que las fotos del antes y el después puedan traer un poco de alegría e inspiración a los demás, especialmente a aquellos en lugares afectados por la pandemia. ¡Felicidades a la feliz pareja!