Todos sabemos que algunas flores bien colocadas pueden proporcionar una solución instantánea a un espacio aburrido. Un ramo fresco ilumina una habitación y llena el aire con un aroma dulce. Pero, la alegría es siempre temporal, y eventualmente las flores se marchitan y mueren. Aquí hay algunos consejos fáciles para mantener vivos esos hermosos brotes.
El consejo más simple, pero menos seguido, para mantener vivas tus flores: ¡Cambia el agua!
• Agregue una pequeña mezcla de aspirina y azúcar al agua, junto con algún tipo de agente antibacteriano como vodka, vinagre o incluso un poco de lejía. Solo ¼ de cucharadita es todo lo que necesitas.
• Deje caer un centavo de cobre en el florero.
• Corte los tallos en un ángulo de 45 ° con tijeras afiladas todos los días.
• Sostenga los tallos bajo el agua mientras los corta.
• Retire las hojas que estén sumergidas bajo el agua.
• Elimine las flores que mueren lo antes posible.
• Mantenga las flores alejadas de cualquier corriente de aire (¡incluso ventiladores!) Y fuera de la luz solar directa.