Estuvimos discutiendo esponjas de cocina con algunos amigos recientemente (¡tema de fiesta fascinante!) Y nos sorprendió escuchar que uno de ellos descarta y reemplaza su esponja todas las semanas. Ciertamente, esta no es una práctica tan ecológica, pero es cierto que las esponjas pueden volverse bastante desagradables. ¿Qué debe hacer un lavavajillas ecológico? Aquí hay cinco sugerencias...
1. Use una esponja ecológica. Las esponjas pueden contener plásticos, colorantes y desinfectantes sintéticos. Ya sea que lo lance semanalmente o anualmente, use una esponja hecha de materiales naturales y sostenibles. Loofah biodegradable de Twist y Desnudo Las esponjas son dos opciones.
2. Elija un producto duradero y duradero. Las esponjas baratas pueden desgastarse rápidamente, especialmente si cocina mucho y lava los platos. Hemos tenido buenas experiencias con esponjas emergentes de celulosa vegetal; lee nuestras reseñas de Comerciante Joe y Williams-Sonoma versiones. (También tenemos curiosidad sobre el EcoSponge - ¿Alguien lo intentó?)
3. Desinfectar. Las esponjas pueden albergar patógenos desagradables, pero puede mantenerse saludable y evitar la necesidad de un reemplazo frecuente si las desinfecta. Microondas es un truco popular, y también puedes desinfectar esponjas hirviéndolas en agua o remojándolas en vinagre. Mantener las esponjas secas también dificulta el crecimiento de bacterias: las colocamos en una ventana soleada después de lavar los platos.
4. Reciclar. El hecho de que una esponja ya no sea adecuada para lavar platos no significa que no se pueda usar en otro lugar de la casa. Re-Nest lector SunnyBlue compartió un gran propina: corte una esquina de la esponja para designarla para uso que no sea de cocina. Y si usa esponjas biodegradables, ¡tírelas al compost una vez que hayan llegado al final!
5. Sáltate la esponja por completo. Estamos entre los que prefieren la forma y el poder de limpieza de una esponja, pero sabemos que muchas personas están perfectamente satisfechas con paños de cocina. Estos pueden lavarse según sea necesario y son probablemente la opción más duradera. Da un paso más y usa trapos hechos de fibras sostenibles como el cáñamo y el bambú, o corta toallas viejas para hacer las tuyas.