Seleccionamos estos productos de forma independiente; si compra en uno de nuestros enlaces, podemos ganar una comisión.
No hay atajos en el camino para ser una persona más ordenada. Se trata, y siempre será, de mantenerse comprometido con su objetivo de un hogar más organizado. Pero "comprometido" no tiene que significar "difícil" o "complicado".
De hecho, mantener el desorden a raya se puede destilar en un simple hábito diario. Algo que puede manejar durante una pausa comercial de TV o mientras escucha una canción favorita: Tómese tres minutos cerca del final del día, todos los días, para hacer un barrido rápido en la superficie.
"Barrido de superficie" solo significa limpiar elementos errantes de los pisos, muebles y mesas de sus habitaciones. Sin embargo, la magia aquí es definir su tarea por tiempo (¡solo tres minutos!) Y no por volumen. Es lo que hace que todo sea manejable día tras día, por lo que siempre estás a la caza de una casa más ordenada sin quemarte.
Establezca un temporizador para tres minutos, tome una bolsa o caja y comience. Trabaje alrededor de sus mesas, encimeras o estantes, recogiendo cosas a medida que avanza. Reúna todo lo que esté fuera de lugar y vuelva a colocarlo donde vaya (si está cerca, como revistas fuera de su revistero) o en su caja (si pertenece a otra habitación, como vasos y tazas para el fregadero o correo basura para el reciclaje compartimiento). Puede sacar y sacar cosas de la caja a medida que avanza por sus habitaciones y espacios.
Mientras trabajas, mantén tus ojos en el premio: este ejercicio es solo una tarea rápida, no una borrachera de limpieza completa. Trabaja con intención y trabajo rápido, apresurándose a ordenar todo lo que pueda hasta que se acabe el tiempo. Luego se detiene.
Puede verme tomar un barrido superficial de mi casa en el video de arriba, si ayuda, pero esta tarea debería serle natural. Comience en cualquier habitación, recoja cualquier cosa. Esto es realmente un sensación ejercicio; se trata de dedicar un poco de tiempo para hacer que su área de estar se sienta un poco más en control al final de cada día, para que pueda comenzar mañana de nuevo.
Si dedicas unos minutos al día a la tarea, este hábito simple se convertirá en tu arma más efectiva contra el desorden progresivo.
Si tres minutos no parecen ser tiempo suficiente para sentirse bien con lo que está haciendo, siéntase libre de aumentarlo un minuto cada vez hasta llegar al punto óptimo. Pero no importa qué, definitivamente manténgalo en menos de 10 minutos. Este es un hábito diario rápido para hacer la vida más fácil, no otra tarea temida para la ya larga lista de tareas pendientes.