Al recordarlo, me sonrojo por lo ingenuos que éramos mi esposo y yo cuando compramos nuestra primera casa. Hubo tantas cosas que no pudimos tener en cuenta cuando nos precipitamos en la propiedad de la vivienda. Es posible que hayamos aprendido por las malas, pero desde entonces hemos descubierto lo caro que puede ser administrar un hogar, ya sea que usted sea propietario o alquile. Ahora que estoy fuera del trabajo durante un año con nuestros hijos, hemos tenido que reducir aún más para llegar a fin de mes. Aquí hay seis de nuestras formas favoritas de ahorrar dinero en los gastos cotidianos de la casa.
1. Simplificar.
A veces, simplificar puede llevar un poco de tiempo y esfuerzo, pero puede ahorrarle una gran parte del cambio. Agrupe sus servicios, pierda su teléfono fijo, use pagos automáticos para asegurarse de que sus facturas se paguen tiempo, y use solo una tarjeta de crédito (con un excelente programa de recompensas) para ayudarlo a realizar un seguimiento de su gasto.
2. Hablar alto.
3. Elige gratis.
Hay un montón de excelentes servicios gratuitos, solo tienes que aprovecharlos. Use Skype, Google Chat o FaceTime en lugar de pagar cargos de larga distancia, pase el cable a la acera a favor de Hulu o pruebe una aplicación de mensajes de texto gratuita en lugar de su costoso plan de mensajes de texto.
4. Comprar de segunda mano.
Hay tantos servicios disponibles hoy para ponerlo en contacto con otras personas que desean separarse de sus cosas. Pruebe Craigslist, Freecycle o ReStore, o siga la ruta menos tecnológica con una venta de garaje o una tienda de segunda mano. Muchas veces los artículos están en excelentes condiciones y puedes conseguirlos en un robo (especialmente si eres bueno para regatear). Cualquier cosa, desde muebles hasta suministros para un proyecto (pisos de madera, baldosas, adoquines) y electrodomésticos: el cielo es el límite. Y tampoco se olvide de pedir prestado: su biblioteca local es un excelente lugar para obtener libros, DVD, revistas e incluso juguetes para niños gratis.
5. Ir verde
Este es uno grande: los pequeños cambios realmente pueden sumar cuando llega el momento de pagar las facturas. Instale un termostato programable, aumente la resistencia a la intemperie, apague las luces cuando salga de la habitación, lave la ropa con agua fría, desenchufe los dispositivos electrónicos cuando no esté en uso; la lista es interminable. Intente agregar un nuevo acto de ahorro de energía cada semana hasta que se convierta en un hábito. Su billetera y el medio ambiente se lo agradecerán.
6. Hazlo tu mismo.
¿Por qué regalar su dinero duramente ganado a otra persona cuando puede hacerlo usted mismo? Incluso si no es útil, hay un montón de cosas que puede hacer para conservar su efectivo. Pinte sus propias paredes, limpie su propia casa, corte su propio césped, lave su propio automóvil, cultive una verdura jardín, aprenda a cocinar, empaque su almuerzo, prepare su propio café y beba agua del grifo: las posibilidades son interminable.