La temporada está aquí para acercarse a los fuegos crepitantes. Para aquellos de ustedes que están quemando madera, consulte estos consejos útiles sobre cómo obtener una quema limpia y eficiente de su leña. Como una sabia posadera en la zona rural de Pensilvania me dijo una vez, mientras avivaba un fuego como si estuviera enojada con él, "los romances deberían arder, la leña debería arder". Palabra.
1. Asegúrese de que la leña esté bien seca o "sazonada", con un contenido de humedad entre 15-20%. Este paso puede tomar desde unos pocos meses hasta un año, dependiendo de los niveles de humedad en su región, el cantidad de luz solar directa en su área de secado, y el tipo de madera que se está secando (nogal y roble tardan más en seco).
El secado adecuado es un paso importante, ya que quemar madera que está demasiado húmeda puede provocar pérdidas de eficiencia de hasta un 30%, así como una mayor contaminación del aire debido a los leños humeantes y humeantes. Usar madera adecuadamente seca significa usar menos madera y lograr una quemadura más limpia.
2. Use esta lista de verificación para ver si su leña está lo suficientemente seca como para quemar:
• La madera seca es más ligera en peso.
• La madera seca tiene grietas en su grano final.
• Si golpea dos piezas de madera seca juntas, el sonido es hueco, mientras que la madera húmeda hace un ruido sordo.
• La leña se oscurece de blanco o crema a gris o amarillo a medida que se sazona.
• La cara expuesta de una pieza recién cortada de madera sazonada se siente cálida y seca, pero la madera verde se siente fresca y húmeda.
4. Use una variedad de tamaños de piezas para facilitar el avivamiento, lo que reducirá la contaminación por humo. Intente usar troncos más pequeños o piezas de madera en lugar de grandes trozos de madera, ya que se secan y encienden más rápidamente, lo que es más eficiente para secar y quemar.
6. Los árboles de madera dura, como el roble, producen la quemadura más eficiente y duradera, por lo que se requieren menos cables, lo que a su vez reduce el consumo. Las maderas más suaves como el álamo o el álamo temblón no son ideales para la leña.