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Hace muchos años, una maestra me dijo que se podía vaporizar una abolladura en un pedazo de madera (una donde las fibras de madera habían sido comprimidas, no donde se habían eliminado) usando un trapo húmedo y una plancha.
Esta técnica fue diseñada para madera sin terminar, pero desafortunadamente, la mayoría de la madera con la que tratamos en nuestros hogares tiene algún tipo de acabado. Con un poco de investigación aprendí que esta técnica puede funcionar con madera terminada, pero depende en gran medida del tipo de acabado con el que se está tratando. Así que decidí hacer un par de pruebas para ver los resultados por mí mismo.
1. Mojar la abolladura
2. Aplique un paño húmedo o una toalla de papel.
3. Con la plancha en Alta, aplique la plancha sobre la toalla de papel o tela mojada y haga un movimiento circular, no la mantenga en una sola posición, ya que podría quemar la superficie de la toalla. Asegúrese de que se genere mucho vapor. Haga esto por unos minutos y verifique sus resultados. En mi caso, hice esto durante unos 3-5 minutos.
Aunque la abolladura apareció, la superficie del acabado se había roto y se había introducido algo de suciedad dentro de las grietas. Si sabe con qué tipo de acabado está tratando, puede lijar cuidadosamente el área y volver a aplicar el acabado.
En el espíritu de este experimento, intenté lijar y saqué la mayor parte. Luego apliqué un poco de aceite de tung que tenía en casa. Probablemente no sea lo mismo que el acabado original, pero el área ciertamente se ve mejor que antes. Aquí está mi resultado: