Cuando una pareja compró su cooperativa Clinton Hill en 2014, el baño de ese espacio era viejo, un poco anticuado y muy, muy pequeño. Su renovación no cambió la huella del espacio, pero las elecciones inteligentes y modernas significan que su nuevo baño tiene una sensación de amplitud que oculta su pequeño tamaño.
El nuevo baño se siente mucho más espacioso y es mucho más funcional para arrancar, gracias a algunas opciones inteligentes. Lo más dramático es la decisión de reemplazar la bañera con una cabina de ducha de vidrio, lo que realmente ayuda a abrir el espacio. Los cajones en el nuevo tocador brindan mucho más espacio de almacenamiento, y el hecho de flotar sobre el piso evita que se sienta demasiado voluminoso.
Detrás del fregadero, un nuevo botiquín proporciona almacenamiento adicional. El frente reflejado del gabinete continúa a través de la pared adyacente, lo que ayuda a rebotar la luz alrededor del espacio. Las paredes de baldosas blancas simples e ininterrumpidas del metro se sienten frescas y modernas.
Un piso de baldosas de pizarra y pequeñas baldosas negras en la cabina de ducha proporcionan un hermoso contraste con todo ese blanco y ayudan a poner a tierra el espacio.
Los propietarios encontraron a su contratista, Kris, mediante Endulzar, un recurso del área de Nueva York que conecta a los propietarios con arquitectos, diseñadores y contratistas. Puede leer más sobre el proyecto y encontrar fuentes en el Endulzar blog.