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Con la combinación de humedad, espuma de jabón y lechada y surcos, el lugar donde nos limpiamos no siempre es el lugar más limpio. Sin embargo, tener algunas de las herramientas correctas en su lugar hace que sea fácil crear un hábito de limpieza para que pueda mantener el baño fresco perpetuamente.
Utilice revestimientos de cortina de ducha de tela: La espuma de jabón es la némesis de cualquier limpiador de baño. Sacarlo de las cortinas de plástico es imposible y, francamente, no vale la pena intentarlo. En cambio, opta por un lavable revestimiento de tela para cortinas de ducha que puedes tirar en la máquina. De esta manera, protegerá contra la acumulación de espuma de jabón y el moho.
Airear el baño, cada vez: Asegúrese de encender el ventilador incluso antes de comenzar a ducharse. Cuando haya terminado, deje la puerta de la ducha entreabierta o la cortina abierta para ayudar a expulsar la humedad.
Deje una escobilla de goma colgada en la ducha y úsela para limpiar las paredes cuando haya terminado. Esta es el que tengo y disfruto; funciona bien y es relativamente atractivo. Si tiene una cortina de baño, aún es importante limpiar las paredes y el piso de la ducha. Si tiene una puerta de vidrio, es muy importante exprimir (qué palabra, ¿eh?). El minuto o dos que toma limpiar la ducha reducirá drásticamente la espuma de jabón y el moho y le ahorrará mucho más tiempo fregando el camino.
Incluso con la escobilla de goma, la espuma de jabón finalmente se acumulará en el hardware y las puertas de la ducha. Un rociado rápido cada pocos días con un eficaz removedor de espuma de jabón, nuevamente, lo salvará de un lavado completo de espuma de jabón más adelante. Personalmente me gusta esta ducha en aerosol, pero también puedes usar vinagre blanco para cortar la espuma de jabón. También he encontrado que un Friega papi humedecido con agua fría corta la espuma de jabón y la película viscosa que se puede formar en los azulejos de la ducha.
Por último, antes de secarse con una toalla, limpie algunas de las áreas alrededor de su ducha y bañera. Secar las esquinas y las superficies planas que tienden a acumular agua y producir moho evitará que tenga que limpiarla en el camino. Es más saludable prevenir el moho que eliminarlo, además es más estético y requiere menos mano de obra.
La incorporación de estas tareas fáciles en su rutina de ducha no solo lo salvará de las principales limpiezas de la ducha, sino que mantendrá su baño reluciente.