El yoga es una práctica antigua que nos enseña acerca de nuestros cuerpos y mentes, pero no tienes que ser un yogui iluminado para practicar algunas verdades simples para hacer la vida mucho más pacífica. No se trata de sostener la cabeza o meditar durante horas: estos principios sencillos y centrados en el yoga son súper accesibles, ya sea que tenga una mentalidad adecuada o sea un novato atento. Agregue estas prácticas a su día para obtener algo de ese zen yóguico sin entrar en un estudio de yoga.
Al comienzo de la mayoría de las clases de yoga, el instructor pedirá a los estudiantes que dediquen su práctica a alguien o algo importante para ellos. Establecer esta intención al comienzo de una clase puede mantenerte motivado cuando las cosas se ponen difíciles y darte algo en lo que reflexionar cuando enrollas tu colchoneta y tomas en cuenta todo tu arduo trabajo. Pero también puede usar este sentimiento yóguico por su cuenta: practique comenzar el día con un objetivo en mente, ya sea estar más contento, exhibir mayor paciencia, o simplemente ser menos irritable cuando tu pareja no hace el platos Darle un propósito a tu día es más que motivar, puede cambiar tu vida.
El yoga consiste en explorar los bordes de tu cuerpo y tu mente, pero esto requiere mucha escucha. Así como no empujarías tu cuerpo más allá de sus límites en la colchoneta, no debes sacar demasiado (física o mentalmente) de la colchoneta. Desde el lugar de trabajo o un entrenamiento hasta las relaciones, estar en sintonía con cómo se siente su cuerpo es esencial para vivir una vida más feliz y saludable.
No todas las clases de yoga consisten en una Savasana de una hora de duración; de hecho, muchas clases de yoga incluyen secuencias de ritmo acelerado que te harán sudar. Pero lo que es diferente sobre el tipo de cardio en una clase de yoga es que es súper intencional, y los estudiantes deben tomarse el tiempo para reflexionar y centrarse cuando sea necesario. Tome esta lección en su día a día al notar esos momentos cuando se siente nervioso y abrumado. Cuando los correos electrónicos siguen llegando, la lista de tareas pendientes crece y parece que no hay tiempo para un descanso, que es cuando es más importante sentarse, cerrar los ojos y tomar algunas respiraciones relajantes.
Si bien definitivamente se siente genial finalmente lograr un equilibrio de brazos en su clase de yoga, los principios básicos del yoga nos enseñan que el proceso es exponencialmente más importante que la perfección. Reconocer que hay mucho que aprender en el camino hace que el viaje valga la pena. La próxima vez que te encuentres en el ciclo "Seré feliz cuando ...", recuerda que el ahora es muy bueno también.
En una clase de yoga, a veces hay una pequeña voz que nos dice que deberíamos estar haciendo la pose mejor, que podríamos ser más flexibles, menos tambaleantes, más elegantes, ese es el ego hablando. En cambio, el yoga nos enseña a dar un paso atrás de lo que creemos que debería ser, y en lugar de aceptarnos exactamente donde estamos. Practica esta verdad cuando tengas ganas de compararte con los demás, o incluso con tus propias actuaciones pasadas.