Cuando vives dentro de los límites de la ciudad, es raro tener acceso a espacios verdes privados. En un mundo perfecto (y sostenible), todos tendríamos nuestros propios patios traseros, rebosantes de exuberantes arbustos, hierbas robustas y árboles frutales justo al lado de nuestros pequeños gallineros. En realidad, nos vemos obligados a ser un poco más creativos: jardines verticales, macetas colgantes y fruta comprada en el mercado local. Claro, no es lo ideal, pero sacrificamos todo eso para tener la accesibilidad y la oportunidad que brindan las ciudades más grandes. Pero lo que no quiero sacrificar es tener hierbas frescas.
Antes de crear un jardín de hierbas en el interior, compraba pequeñas cantidades de hierbas semanalmente, pero no podía usarlas todas antes de que empeoraran. Pérdida de dinero, pérdida de un viaje de supermercado. Bueno, digo: "¡No desperdicies más!" Con este truco rápido de IKEA, puedes tener hierbas frescas al alcance de la mano y el aroma natural más maravilloso para saludarte cada vez que vuelvas a casa.
Paso 1. Retire los cajones del cofre. Pinte los lados del cofre y los lados de cada cajón. Agregue una segunda capa si es necesario.
Paso 3. Mientras la pintura se seca, prepara tus hierbas. Puede trasladarlos en macetas de plástico que quepan dentro de los cajones, o puede dejarlos en su contenedor original. Corte el cierre superior de las bolsas de plástico y coloque la olla adentro. Esto ayudará a evitar que sus plantas se drenen en el cofre.
Etapa 4. Agregue sus plantas y colóquelas cerca de una ventana para obtener el máximo crecimiento. A medida que crecen las plantas, es posible que tengas que recortarlas, ¡lo que es la excusa perfecta para hacer tus propias hierbas secas!