Las aves del paraíso son plantas grandes, relativamente fáciles de cultivar, que le dan un toque tropical audaz a cualquier espacio interior. Con el cuidado adecuado, una ave del paraíso puede crecer hasta más de seis pies de altura, incluso en interiores. Sus hojas anchas y arqueadas hacen una declaración dramática y elegante en su hogar. Aquí se explica cómo cuidar a las aves del paraíso para mantenerlas en su mejor momento.
Como las aves del paraíso son plantas tropicales, no sorprende que disfruten de la luz solar brillante. Coloque su ave del paraíso interior en un lugar donde reciba la mayor cantidad de luz. La única excepción es si hace mucho calor, como en una sala de sol; en ese caso, la luz brillante e indirecta es la mejor. Si las hojas de su planta están amarillentas, intente aumentar la cantidad de exposición a la luz.
A las aves del paraíso les va mejor con un horario de riego regular. Mantenga el suelo húmedo en primavera y verano, durante la temporada de crecimiento, pero permita que el suelo se seque entre riegos en los meses de otoño e invierno.
El agua que tiene un alto contenido de sal podría quemar las hojas. Si este es el caso con su agua, considere usar agua de lluvia, cuando sea posible, o agua destilada para regar su ave del paraíso. A las aves del paraíso les va bien en la humedad típica del hogar, pero pueden beneficiarse de la intermitencia nebulización durante los meses de invierno más secos.
Durante la primavera y el verano, fertilice a su ave del paraíso con un fertilizante líquido para todo uso diluido a la mitad de su concentración recomendada. Nunca fertilices a tu ave del paraíso en otoño e invierno; exceso de alimento vegetal También puede causar quemaduras en la punta de la hoja.
Las aves del paraíso son susceptibles a las escamas, los insectos harinosos y los ácaros, pero estas plagas son fáciles de detectar y abordar. Simplemente limpie las hojas con un paño suave o agua jabonosa tibia. Evite el alcohol y los pesticidas en aerosol, ya que pueden dañar el acabado en las hojas