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Lucy Higham se describe a sí misma como "una orgullosa miembro del creciente movimiento de reciclaje". En su pequeño estudio debajo de los arcos en la playa de Brighton, se quita los viejos muebles maltratados hasta los huesos y luego los vuelve a construir con colores de pintura de adormidera y telas vibrantes. Ella acaba de traer un sofá Ercol de madera que compró en una venta de botas de auto por alrededor de $ 20. "Lo guardé en casa por un tiempo y encontramos un ratón viviendo en él". Ella me muestra cómo la tela y el relleno se han podrido. Una vez que haya reconstruido el sofá, planea cubrirlo con una tela de reproducción de 1950 de Sanderson.
Lucy comenzó su negocio de reciclaje hace tres años. Ella equipó su estudio y compró artículos que ya tenía y donaciones de muebles de segunda mano de amigos y familiares. Su banco de trabajo fue rescatado de una fábrica de ingeniería, y su padre hizo los estantes de un viejo armario. Incluso sus herramientas fueron recogidas en ventas de garaje. Esto significaba que Lucy podía permitirse invertir en algunas herramientas eléctricas de buena calidad y telas de alta gama para sus muebles reciclados. “Comencé pequeño, con cajas de juguetes cubiertas de tela. Se vendieron muy bien, especialmente los diseños más audaces, y desde allí desarrollé mi negocio ".
Mi estilo: Me encantan las formas clásicas de muebles, y las telas que uso tienen que ser brillantes y vibrantes. Me gusta mezclar lo antiguo con lo nuevo, llevando el diseño del siglo XX al siglo XXI.
Elemento favorito: Me encanta la ubicación y la historia. Aquí en invierno es muy tranquilo, solo el extraño paseador de perros o corredor, y en verano está lleno de multitudes. Tengo buenos vecinos también. Hay muchas personas creativas, y me inspiro mucho.
Desafío más grande: Hace mucho frío en invierno. Tengo dos calentadores eléctricos y uso térmicos, salopettes, un vellón, gorro y bufanda. Después de un par de horas empiezo a calentar.
Mayor indulgencia: La tela es lo más caro que compro, pero es una indulgencia necesaria. Las telas más baratas no se sientan bien. Me encantan las telas vintage, pero no sobrevivirán al desgaste.
Fuentes de sueño: Si el dinero no fuera un problema, compraría un compresor para hacer funcionar una pistola de grapas, y compraría algunas de las estampas en negrita de Josef Frank.