Una manera fácil y divertida de alegrar una mesa es agregar algunos mosaicos en su parte superior. He oído hablar de tablas de mosaico antes, pero hasta que experimenté el proceso de primera mano la semana pasada, no se dio cuenta de cuán grande puede crear un mosaico de impacto y cuán accesible es para las personas en todos los niveles de elaboración.
El primer paso es encontrar el azulejo que se adapte a su pieza. Para la mesa en la que estaba trabajando mi estudiante, el pequeño mosaico de vidrio funcionó magníficamente. Este patrón de mosaico estaba listo para adherirse desde el primer momento. Simplemente coloque el adhesivo para baldosas en la pistola de calafateo y aplique una capa delgada sobre su mesa limpia y seca. Coloque el azulejo encima del pegamento, con la lámina de plástico hacia arriba, y déjelo reposar durante al menos 48 horas con algo pesado sobre él (usamos libros).
El siguiente paso es quitar el plástico de las baldosas y aplicar lechada. La lechada se puede comprar en muchos tonos diferentes, así que asegúrese de obtener la que se ajuste a la estética de su proyecto. Mezcle la lechada con la cantidad adecuada de agua y llene la mezcla sobre la baldosa con una espátula.
Deje que la lechada cure durante una hora y luego limpie el exceso de lechada en la parte superior con una toalla de papel húmeda. Las instrucciones requerían un cepillo de nylon para limpiar la lechada de las baldosas, pero la toalla de papel húmeda y un poco de tediosa limpieza hicieron el truco. La lechada debe secarse durante al menos un par de días. Cuando termine, obtendrá una nueva mesa con una hermosa superficie resistente al agua. ¡TAN FÁCIL!