La guardería de nuestra hija es un espacio brillante e informal lleno de artículos regalados o entregados por sus seres queridos. Gastamos muy poco dinero en su habitación, pero nos encanta que casi todos los artículos contengan una historia detrás.
Queríamos que se sintiera brillante, abierto y juguetón, pero no estábamos demasiado preocupados por apegarnos a un esquema de color o tema específico. En cambio, trabajando con lo que teníamos y siendo creativos, armamos un dulce espacio para que ella creciera y jugara.
Incluye algunos artículos que fueron decoraciones de su baby shower (los empavesados, los pompones grises, los molinetes y el móvil), algunos artículos que fueron reutilizado (una caja de vino se convirtió en un estante, una camiseta encontró nueva vida como un tapiz), algunas cosas que le fueron regaladas (la piel de oveja, casi todas animales de peluche, la flecha que cuelga de la pared, una pintura de su nombre) y bastantes artículos de segunda mano (la cuna y el cambiador, los protectores de parachoques, un artículo muy querido oso de peluche).
Lo más costoso que le hicimos a la habitación fue renovar su armario con una combinación de espacio para colgar la ropa, estanterías abiertas y cajones. Valió la pena el dinero gastado, ya que maximizó el espacio de almacenamiento y creó un lugar para vivir juguetes, libros y peluches. ¡Creemos que este espacio no demasiado perfecto lleno de artículos transmitidos por muchas queridas familias y amigos es perfecto para nuestra pequeña niña!