Entrada
El diseñador de interiores Thomas Callaway trajo calidez y romance a una casa del Renacimiento colonial español de 1929 en Los Ángeles cuando despertó su interior blanco helado con color. En la entrada, las paredes estaban pintadas en tonos dorados modulados para imitar la piedra caliza. Mesa Goya, Panache Designs.
Sala
Un esmalte suave y mantecoso en las paredes le da al salón un brillo dorado. Callaway eligió telas ricas y suaves "que parecen ser restos de textiles del viejo mundo", dice. El sofá está tapizado en el Bolgheri de Kravet. Almohadas cuadradas, Folk Manor House de Scalamandré. Almohada tapiz antiguo, Y&B Bolour. Cortinas en Rose Cumming's Grayson.
Comedor
El comedor está bañado en un melocotón sonrojado que le da a la habitación un aura crepuscular "y realmente halaga la tez", dice Callaway. La carpintería está pintada en nogal granulado. Mesa Country Trestle, Emanuel Morez. Sillas de comedor Barcelona de Panache Designs, tapizadas en tela Kravet. Antigua alfombra paquistaní.
Biblioteca
"La biblioteca parecía el lugar perfecto para ir con las opciones de color más atrevidas", dice Callaway. "Es un cruce entre el rojo pompeyano y la terracota, con variaciones claras y oscuras". Por el contrario, tenía el techo pintado de azul claro y adornaba la cala con un diseño de plantilla dorada. Vintage bar francés gabinete y sillones. Mesa redonda, Lee Stanton Antiques.
Sala de billar
"Cuando pinté la sala de billar de azul, saltó a la vida", dice Callaway. Tono personalizado en paredes y techo.
Recamara principal
Para el dormitorio principal, Callaway diseñó una cabecera con "exuberancia mediterránea" y mesitas de noche pintadas para complementar la tapicería de damasco Cowtan & Tout. Almohada en terciopelo satinado Kravet.
Habitación de huéspedes
Los colores de las habitaciones tienen un sabor marroquí. Las paredes están pintadas en azul Wythe de Benjamin Moore. La cabecera está cubierta en Hannover y las almohadas en Balerno, ambas de Pindler. Pecho, Horchow.